más plácida que irse a dormir la sílaba directa sin requerimiento de anunciar
el hecho de no deslumbrar pese a haber ofrecido guiar la alteración
bajo la bilis la alteridad trabaja y modula las babas generadas
una lista para no olvidar las compras los insectos el placer oculto a la memoria
atrás de lo que alguna vez te impresionó por haber pecado de ingenuidad pero aun así tenía el potencial de ser un acto sustantivo
el material que constituye la escritura consuetudinaria una forma nueva de avance desplegada en el tapiz recordatorio
qué más da la correlación la correspondencia del objeto y su deseo si siempre hay alguien que formula diferente la parálisis
una cosa es hacer del género aquello que subyace a la filiación otra hacer de él un puente a la cooperación
que uno haya sido construido no implica la experiencia trascienda los sujetos estérilmente enfrentados a un modo de saber que los separa con la muerte
expropiar la memoria de uno y aumentar el precipicio te llegará un eco por más que estés enfrente
del sobrante podrás hacer tu cara aunque la veas solo en la duplicación de imagen un disimulo de conocimiento
Reescritura de Bécquer (“Tu pupila es azul, y cuando ríes,”)
29 March, 2015
Tu pupila es azul, y cuando pones tu rictus,
su transparencia dura me recuerda
al esclavo que borré a palazos
temprano en la mañana.
Tu pupila es azul, y cuando te salen lágrimas,
la sal en ella se me figura
a torsos llenos de músculos
sobre un edificio del Estado.
Tu pupila es azul, y si atrás de ella
lo blanco trepa hacia la idea,
me aparece en las primicias de la colonia
merecedoras al premio del mérito.
mudable eje roedor de la sospecha contando a milímetros la muestra
calcáreo sótano del sonido húmedo de la causa pedazo horizontal transparentándose a través de los años
sedoso sílaba callada estremecida por la pérdida de encanto
abigarrado monte del trueno en donde poco o nada pasa cada año es un festejo
lumpen tacho de seda abigarrado de piedras mudable por encima de la huella