preocupación
en la huella
la noche
muestra
la herida
abre
gigante
una estrella
te capta
aparece
en tu olvido
al que está a tu lado
nadie lo increpa
no habla
interfiere
más tarde
cuando el retazo
en libertad
se bifurque
tú escogerás las burbujas
enfrente de ojos
abiertos
infantiles
saldrán repetidas
diciendo ya mismo
nada que arreglas
te escoge mejor
Cómo olvidar
si una inclinación adictiva
dirige desde dentro la coloración
aún no terminada de una era capitalista.
El tiempo del resentimiento
es una cosa inventada. ¿Qué haces olvidando
una ilusión si no fuera el olvido
una ilusión, una suerte de consuelo
de aquello que no puedes dejar ir:
el egoísmo?
La coloración indica la vigencia
“en” el pensamiento
de aquello que adelanta.
Mas entonces habría que arrancarte los ojos
y no habría un saber del olvido.
Apachurrado el músculo levanta
y alarmado arrastra
la fruición de un día.
¿Qué es esta agua
que invertida cae detrás
en noble rutina?
¿Cuál este temor de desechar
el miedo
por la persona inaugurada?
Este remolino que arrulla y trae preguntas,
¿se disolverá en la tarde
cuando descalza se aproxime
la razón de esta voluta?
No es tan frío, a fin de cuentas,
este mundo apocalíptico.
Ni la basura huele a guerra,
ni la nariz huele la brisa.