no tiene importancia la forma con la que dices el agua está caliente
si en el fondo se calcula la laboriosidad con la que ordenas tu cabeza
o tus manos o cualquiera sea la representación de la totalidad o el mundo
la teoría avanza al jugar en contra de la demostración del solipsismo
del tipo la totalidad es interior mientras el mundo es exterior
algo que aprendes cuando te maldicen o cuando sin saliva la lengua se retrae
para decir te espero interpreto al masoquista frente al río menor y la repugnancia
cómo será considerado eso luego es algo que tu lápida me dice
porque tu muerte es el molde con que aprendo de mi vida no el agua
no la laboriosidad ni la cabeza sino la destructividad en otro extremo
tienes que escribir cuando algo sale mal
cuando algo sale de la copa de un sombrero
y cuando algo sale podrido por hablado
qué más puedes hacer sino endosar de culpa
a tus imaginaciones corporales tus delgadas líneas
rojas de tanto sobrepasamiento
túnel de alcancías sometidas
títulos de grano largo sobre un papel prensado
qué más puedes hacer si no te han dado la oportunidad
si has esperado dos generaciones por una caja de acero
te quedarías así
sabías y sin embargo insististe
esta no es una hoja de ruta
peor un decálogo
lo que sí es algo no procedimental
e insistente
un modo ambiguo para hacerlo bien
y mirarte con “ojos” que dejen mucho atrás
¿para qué?
si vinieras conmigo hablaríamos de esta pérdida
magnánima antigua y sentida de entenderte
aun cuando tocas lamentablemente
te falla alguna pieza
de aquí a otra parte no mejoras
por más que el clima te sorprenda
caes sosteniendo el cable con la boca
trituradas las rodillas te eximen de la prueba