infinita es la forma en que esperas
aun cuando hayas encontrado
una piedra
esta se desmorona desde el centro
volviéndose parte los alrededores
fundiéndose en la manera en que te miras
cada vez más remota a tus preguntas
saboteando todo juicio sobre la coherencia
tu argumentación es laxa
tu argumentación es una panza hinchada
un contenedor para una forma inexistente
que nunca llega porque has olvidado
el infinito informe
mientras tus extremidades miran
su regla: que sean lo primero en rallarse
luego solo hay sangre
una representación tinturada por la carne
que solo se refresca mientras más la dañas
hay una forma de reparación llamada a
la regeneración pero esta es masoquista
lógica anterior a la conciencia
lo que no dices se convierte en lo que dices
una especie de filamento de otra parte
inútil ahora de valor creciente y corporal
imanta una serie de fantasmagorías
concatenadas una a otra por sonidos del revés
juegas a poner un labio en las pestañas
abarcar tanto que de un mordisco la transformación
te salvaría esta es la esperanza del suicida
te engañas al pensar que esto te salva
porque todo lo que importa se ha alejado
mucho tiempo ha que esperan
tu cuerpo para repararlo
molerlo con la demás materia
hacer de tu esfuerzo matizado parte
y contraparte de sus minerales
esta fuerza inmaterial que sientes
se disolverá en otras fuerzas
y las partículas pequeñas se habrán movido
uno o dos kilómetros el día en que aparezcas
la transformación es lenta
porque una vez que algo se repara
te olvidas de la forma en que sufrías
te hacías daño algunos te recuerdan
con sonidos del submundo
las formas más hinchadas se convierten
en tu cuerpo muerto
y de esto habría no solo abundancia
sino que agradecer
tráeme al más acá reclama el futuro
y por eso hierras