LO ORGÁNICO
18 October, 2010
Poner un sensor al alcance de los animales
Es condenarlos a la Prisión
Qué sabe el árbol de su bondad
Un ruido permanente nos hace olvidar de la conciencia
El vello crece en la medida que nos olvidemos de nuestro ser
Y las frutas son la metáfora de nuestra nada
Un rollo higiénico no cuadra cuando se habla de la tierra
Dos personas nunca son peores que una de ellas
Eructo de la tierra, suelta tu gas y destruye [este] arte
Mi antropoide habla desde su fondo hacia atrás perdido
Y la única verdad es hablar como una cuerda que se estira en cada tautología
La primera palabra habla de una caída pétrea
De vez en cuando me acuerdo de una palabra
Y me parece nueva y me parece que calza en el espacio acústico
Entonces la saco de mi lengua y retrocedo para darme cuenta
Oh cera, chorrea líquidos y dime
Cuál es el método para detenerme y arreglar cosas
Cuál el camino para la estética que adquiere memoria
Cuando pongo una palabra en aquel espacio
Me parece que vibra y mi ojo rojo
No sabe cuándo arrepentirse
Me gustaría ver un ojo y que este se convierta en animales
Mi historia tiene por lo menos tres años de trabajo
Y por eso se orina en mis manos
Una balsa de yuca sus tripulantes se la comieron
Una tribu de meditadores de olores se alimentaron
Quemar la retina siempre fue como la inmediatez de las frutas
Volvieron relativa la edad
¡Qué cantidad de huesos crujiendo se oyeron!
De ahí que el artista siempre es feo
Todos somos artistas porque todos follamos mal
Pero abundan las mujeres que se dejan contemplar
¡Menuda armonía!
Por la delicadeza visual que es la única que nos hace reír
Brindo por los arcos complejos soterrados entre los hongos
Por las series matemáticas que esconden bailarines primitivos
Una confusión como “hablar de ideas”
Olvida apreciar la vida
Cuando se queda adherida a la obra
Pues el espacio se incomodó y ahora muere
Y le quedan los sortilegios de los demás
Como una máscara que se quiere reelaborar
Ahí bailan y yo no estoy
Medito sobre el desarraigo del músico
Qué más da, el universo es nostálgico por antonomasia
El antropoide de Asia inclinó la pluma hacia el agujero de la tierra
Estalló en tres pedazos de abridores metafísicos
Menos mal que tuvimos al griego, que creó las nubes
Hubiéramos visto el cielo bien abierto
No nos habría angustiado la caída de un pájaro
Peor aún el miedo que se huele en las calles
Un proyecto de reparación de tuberías de una cafetería
Necesitó quedarse en esto:
Que todos se quiten uno de sus sentidos
La palabra estirpe nació antes que la irrealidad
Caída hacia el lado contrario del poste
Jamás, por más apurada la energía del antropoide, alcanzará al sol
Eslabonar las antípodas:
La realidad siempre fue peor que las palabras de fuego
Advertir la sombra que deja, tampoco estaría mal
Un animal no distingue el foco del sol
Si continúo intermitiendo
Tendré que oír las piedras